jueves, 11 de febrero de 2010

LENGUAJE NO SEXISTA


La lengua, como todo en esta vida, está viva, evoluciona y cambia; tan sólo las lenguas muertas, como es el caso del griego y/o latín, permanecen inalterables con el paso del tiempo. Por ello, si el lenguaje no estuviera sujeto en todo momento a la evolución y transformación, en vez de hablar castellano seguiríamos hablando latín.

El lenguaje representa el mundo de acuerdo con la historia social de cada pueblo y es algo que se trasmite generacionalmente mediante conceptos, sonidos y reglas gramaticales. El lenguaje evoluciona según las necesidades del grupo y del momento social, poseyendo la perfecta -y necesaria- posibilidad de adaptación. Cómo ocurre, o debiera ocurrir, con la inminente concienciación de la vital existencia de las mujeres en el ámbito público -aparte de en el privado- que debe de ser nombrada y, por supuesto, reconocida y valorada. Hasta que esto no ocurra, cada vez seremos más quiénes no nos sentiremos representadas al escuchar hablar de hombres, médicos, alumnos…

Evidentemente son necesarios los cambios y hemos de realizarlos. El hábito no ha de ser un obstáculo para realizarlos, no podemos permitirlo. En la lengua castellana hay una extensa riqueza que nos permite nombrar la realidad tal cuál es y si no existiese sería el momento de crearla, porque CREER ES CREAR, cómo ya dijo Albert Espinosa.

A través del vocabulario se trasmiten infinitud de conceptos, entre ellos el de hombre y mujer, que prevalecen a través de la historia (de ahí la importancia de cambiarlo, no podemos permitir que estos errores y prejuicios sigan vigentes por más años) y que unos y otras vamos asimilando a medida que crecemos e interiorizamos el lenguaje. Pudiendo así apreciar un doble mensaje: el explícito y el implícito.

Sexo débil: las mujeres
Femenino: débil, endeble
Fácil: que se puede hacer sin esfuerzo. En la mujer: frágil, liviana, sin oposición
Sexo fuerte: los hombres
Varonil: esforzado, valeroso, firme
Hombrada: esfuerzo, valor,…..

Ahora os mostrare algunos ejemplos de discriminación verbal que podemos encontrar en nuestra lengua y que a mi parecer son vergonzosos:

Hombre público: interviene públicamente en negocios o política.
Hombre de mundo: trata con todo tipo de personas, con experiencia y práctica
Gobernante: que gobierna
Mujer pública: ramera
Mujer mundana: superficial, casquivana, prostituta
Gobernanta: mujer que en hoteles tiene a su cargo el servicio de habitaciones

La falta de representación simbólica de las mujeres en la lengua hace que queden invisibilizadas. Y todo debido al tan dañino pensamiento androcéntrico que utiliza el masculino para referirse a los dos sexo aún sin conseguir representarlos en absoluto. Considerando al hombre como centro del universo y a la mujer como ser – y ni ser, objeto más bien- totalmente dependiente de él… Para muestra e aquí este ejemplo: “los nómadas se trasladaban con sus enseres, mujeres, ancianos y niños de un lugar a otro” y debería ser ” los grupos nómadas se trasladaban con sus enseres de un lugar a otro”(*)

Aclarar que no es, como hay quién cree, una repetición el nombrar en masculino y en femenino cuando proceda. Repetir es decir lo mismo y este no es el caso, la diferencia sexual es una palpable realidad que no crea el lenguaje sino la naturaleza, y que hemos de nombrar como derecho fundamental que es el que se represente lo que existe; así como que se cree lo que aún no existe.

Para ello usaremos los Genéricos y Abstractos y evitaremos soterrar a las mujeres detrás del masculino. Usaremos cada uno -masculino y femenino- cuando corresponda y dispondremos del uso de los genéricos, ya sean femeninos o masculinos, cuando el caso lo precise.

Los genéricos son palabras que, ya sean en masculino o en femenino, incluyen a los dos sexos, sin perjuicio ni omisión de unas y otros.

Ejemplos:
Masculino: pueblo andaluz, vecindario o ser humano.
Femenino: persona, víctima o gente.(*)

Los genéricos colectivos son también muchos, como: la comunidad escolar en vez de los maestros, padres y alumnos; el personal médico frente al médico; las personas mayores y no los ancianos; la adolescencia, la juventud, la descendencia, el electorado…(*)

Los abstractos se puede utilizar cuando se desconoce el sexo de las personas de las cuales hablamos.

Ejemplos de ellos son: Tutoría por tutor, dirección por director, traducción por traductor, asesoría por asesores, tutoría por los tutores, jefatura por los jefes, dirección por los directores…(*)

Contamos, además, con la existencia de otros recursos en relación con las formas personales de los verbos o los pronombres.

Aquí algunos ejemplos: “En la prehistoria vivíamos en cuevas o el la prehistoria se vivía en cuevas vs. En la prehistoria el hombre vivía en cuevas”; “Recomendamos un uso apropiado de la tarjeta vs. se recomienda a los usuarios de la tarjeta que la usen debidamente”; “Cuando alguien (o cualquiera o el ser humano, o una persona) se despierta por las mañanas tarda un rato en abrir los ojos vs. cuando uno se despierta por las mañanas tarda un rato en abrir los ojos”; “Quien ( o la persona que9 sepa leer entre líneas lo entenderá vs. el que sepa leer entre líneas lo entenderá”. (*)

Un uso del lenguaje que representa a las mujeres y a los hombres y que nombra sus experiencias es un lenguaje sensato que:

* NO OCULTA
* NO SUBORDINA
* NO INFRAVALORA
* NO EXCLUYE
* NO QUITA LA PALABRA A NADIE… (*)

Para poder llevar todo esto a la práctica de una manera más fácil, os recomiendo que instaléis en vuestro ordenador La lupa violeta,que es un pluggin (herramienta como el corrector ortográfico) que se instala en el Microsoft Word y cuya misión es facilitar la utilización del lenguaje no sexista. Identificando los términos que pueden tener una utilización sexista y proponiendo diferentes sugerencias para una mejor adecuación del lenguaje.

(*) Fuente: “NOMBRA. En femenino y en masculino”. Autoras: Carmen Alario, Mercedes Bengoechea, Eulalia Lledó y Ana Vargas

La Ché: Sheila López, Educadora Social

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